Cuando los óxidos de azufre (sox) reaccionan con dióxido de nitrógeno (no2) en la atmósfera, forman ácido sulfúrico, un componente clave de la lluvia ácida que afecta a cultivos, bosques y organismos acuáticos y provoca la acidificación de los océanos. Además, las emisiones de óxido de azufre pueden provocar la formación de gases nocivos de aerosoles inorgánicos secundarios, lo que representa un riesgo para la salud humana y los ecosistemas.

En 2020, las regulaciones promulgadas por la Organización Marítima Internacional impusieron estrictas restricciones a los óxidos de azufre de los combustibles marinos. Las nuevas regulaciones reducen el límite máximo de contenido de azufre de todos los buques operativos en todo el mundo del 3,5% al 0,5%. El artículo 4 del anexo VI del MARPOL permite a las autoridades reguladoras (estado del pabellón) ratificar "equivalentes", es decir, "cualquier accesorio, material, aparato o instrumento instalado a bordo, u otro procedimiento, combustible alternativo o método de cumplimiento utilizado como alternativa necesaria" para cumplir con los mismos estándares de control de emisiones.

A bordo se ha instalado un sistema de purificación de gases de escape (egcs) para cumplir económicamente los requisitos de reducción de emisiones de óxido de azufre. Los depuradores de buques se pueden dividir en depuradores húmedos y secos, que utilizan agua de mar o agua dulce que contiene aditivos químicos para eliminar los óxidos de azufre de los gases de escape, mientras que los depuradores secos utilizan cal sólida.

Teniendo en cuenta muchos factores, incluidos los espacios de instalación disponibles a bordo, la disponibilidad de agua dulce, etc., le ayudaremos a elegir el sistema de limpiador más adecuado para cumplir económicamente con las regulaciones y estándares internacionales.